El programa Fulbright se concibió como una iniciativa para fomentar la educación intercultural, al tiempo que para incrementar los conocimientos de otros países sobre Estados Unidos y de la nación americana sobre el resto del mundo. España se incorporó al mismo con cierto retraso, en 1958. Medio siglo después aquel programa se ha convertido en un cauce de intercambios cuyo protagonismo ha sido fundamental en la ampliación de los vínculos entre ambas sociedades y en la formación cultural y científica del capital humano español. Este libro analiza este proceso, examinando las grandes líneas de su evolución y sus características más destacadas.