Un soplo sin demasiada entidad descubre al verdadero responsable de la amenaza terrorista que se cierne sobre Occidente. Alguien que, con aparencia de cordero, lleva esperando pacientemente décadas para asestar el castigo último y definitivo a su enemigo americano y a todo cuanto este representa. Para ello conjura a las fuerzas de la naturaleza en un cataclismo natural que desdibujaría por completo el mapamundi actual.Pero en esta locura megalómana es cazado con métodos tan antiguos y simples como la propia humanidad: las armas de seducción de una bella espía israelí y el eficaz trabajo de un solitario mercenario español.