Nació a comienzos del siglo XIX y murió casi a finales. Fue a lo largo de tres generaciones el símbolo sexual por excelencia: tanto de hombres como de mujeres. A la hora de elegir no discriminaba y vivía todas y cada una de sus pasiones con la naturalidad y la fuerza de aquel Ángel Azul que compuso en la película que la llevaría a la fama. Esta es la historia viva y real de Marlene Dietrich , una mujer que supo vivir su propia historia libre de prejuicios y con provocadora libertad.