Cristina Jolonch se lanzó a perseguir a los cocineros más galardonados de España para configurar esta guía insólita. Bares, restaurantes sencillos que no aparecen en ninguna guía convencional, son mayoría aquí y no comparten tribuna con otros de alta cocina. La única condición para figurar entre los cien elegidos era que su comida entusiasmara a los grandes cocineros.