Serpientes marinas gigantes, pulpos con masas calculadas en toneladas, misteriosos marsupiales, hombres de Neandertal y otros homínidos salvajes, perezosos gigantes, monstruos acuáticos, brontosaurios, pterosaurios, mamuts... Un cajón de sastre borgiano donde cabe todo tipo de bichos raros. En 1986, Bernard Heuvelmans , el inventor del término criptozoología («estudio de los animales ocultos») puso un poco de orden en el mundo de esos seres «escondidos» y redactó una lista —que sigue creciendo— en la que incluyó a todos los anteriores más otros como el el chupacabras, el monstruo del Lago Ness y el abominable hombre de las nieves. Desde luego, nunca tendremos una buena fotografía de ninguno de ellos.