Los conceptos de Geoísmo y Cosmoísmo, concebidos por Antonio Lamela a comienzos de la década de 1960, son hoy más necesarios que nunca para contribuir a dar una respuesta eficaz a problemas globales como la pérdida de los bosques tropicales, el cambio climático, la escasez de recursos hídricos, las migraciones y otros tantos a los que se enfrenta la Humanidad.