La irrupción de la demanda china de bienes y servicios en los mercados mundiales constituye una señal clara de que el eje económico mundial comienza a desplazarse hacia esa Nación. A juicio del autor, China protagonizará el gran desafío del siglo XXI al poderío americano, en un enfrentamiento más sutil, profundo y de largo alcance que el vivido con la Unión Soviética durante la Guerra Fría.