Palabras sencillas, bellas y verdaderas para acompañar los días y las noches. La media luz de la madrugada; la brisa de la mañana; la sequedad del sol en alto; la hora en que los niños juegan en las calles de todos los pueblos, llenando con sus gritos la tarde; la luz sesgada en las tardes de invierno; la luna resplandeciente en la noche que nos libera, la hora de los fantasmas... Todos los lectores encontrarán aquí la manera más bella para describir cada momento de la vida. Astromujoff Alicia