Mis planes para dicho fin pronto se perfeccionaron, y al comunicarlos a mis queridos padres tuve la gratificación de recibir su aprobación. Mi padre dijo que estaba orgulloso de mí, y mi mamá me prometió que aunque su religión le prohibía ayudar a otros a tomar la vida humana, yo tendría la ventaja de sus oraciones para conseguir mi éxito.