En agosto de 1859, naci贸 en Bilbao un hombre al que no pocos en Am茅rica llamar铆an algunos decenios m谩s tarde el Livingstone espa帽ol. Su nombre era Pedro Enrique de Ibarreta Uhag贸n y vino al mundo en el seno de una acomodada familia con pretensiones de nobleza: hijo de burgueses, su padre fue un destacado ingeniero y su t铆o uno de los principales fundadores del Banco de Bilbao y alcalde de esta villa entre 1873 y 1874. Inquieto, atrevido e indisciplinado, Pedro Enrique de Ibarreta vivi贸 en su juventud un breve exilio en Francia e Inglaterra donde se sustrajo a los avalares de la tercera Guerra Carlista. A su retorno a Espa帽a, un duelo de honor a pistola le apart贸 de la carrera militar y, presuntamente enemistado con su padre por tal episodio, viaj贸 a Argentina donde trabaj贸 para Casado de Alisal, el mecenas palentino que donara medio mill贸n de pesetas a Isaac Peral para la construcci贸n de su submarino. Explorador y agrimensor del Chaco, en donde vivi贸 con los indios, viaj贸 tambi茅n por las selvas de Paraguay y busc贸 oro, sin fortuna, en las monta帽as de Bolivia, en los mismos parajes en los que diez a帽os despu茅s encontrar铆an la muerte Butch Cassidy y Sundance Kid. Particip贸 luego en la Guerra de Cuba, y de all铆 pas贸 al Pilcomayo en busca de una obsesi贸n: quer铆a ser el primer explorador que navegase las sombr铆as soledades del R铆o de los P谩jaros; el primero en sobrevivir donde tantos otros hab铆an hallado la muerte. Sin embargo, s贸lo dos de sus compa帽eros quedaron vivos para contar la historia de su 茅pica y a la postre funesta expedici贸n, y con ellos naci贸 la oscura leyenda de este explorador de aura tr谩gica que en su d铆a sedujera a Baroja y Blasco Ib谩帽ez, quien le calific贸 de caballero andante de la geograf铆a, palad铆n sin miedo y sin tacha de la ciencia, var贸n de heroicas acciones, cuyas haza帽as hacen recordar a los hombres de los primeros a帽os del Descubrimiento.
