Los criminales y sus crímenes se salvaguardaron de los rigores de la Ley al amparo de ciertos nombres prestigiosos y reputaciones acreditadas. Mucho ha quedado oculto desde que los regímenes fascistas dieran paso a las democracias. Un mal que, como sabemos unos y otros sospechan, nunca saldrá ya a la superficie. Actos delictivos en alto grado a los que dieron el carpetazo. Y, en contra de lo que se pueda opinar, sofocando el celo profesional de agentes incorruptos que siempre repudiarán el crimen y perseguirán al criminal, sea quien sea. Actos delictivos en alto grado a los que dieron el “carpetazo”. Y, en contra de lo que se pueda opinar, sofocando el celo profesional de agentes incorruptos que siempre repudiarán el crimen y perseguirán al criminal, sea quien sea. La prostituta negra (The black whore) está extraída de diversos episodios criminales. Información que nunca se dio a los ciudadanos. Ni, desde luego, a la prensa. No convenía a los intereses de los prócer. El personaje de John O´Down, conocido también por THE REPORTER OF DEATH, es un ser de ficción, un individuo marginal pero justo, que sólo cree en la Ley del Talión. Un personaje popular con el que, un gran sector de los lectores, se identificarán. Y es que, THE REPORTER OF DEATH, impone justicia cuando otro tipo de justicia fracasa. Esta es la historia de un sicario llamado John O´Down y su modo de actuar. Un servidor de ustedes.
