Cuando empecé a quererme inicialmente fue creado a mano como el regalo de una mujer, Kim McMillen, al mundo entero. Cuando empecé a quererme ha pasado de amigo a amigo, de marido a mujer, de padre a hijo, de madre a hija y ha sido regalado en muchas ocasiones especiales. Mientras corre la palabra de la joya que esconde este libro, la honestidad y las verdades universales que desprende han ido captando más seguidores. Este libro trae a la luz verdades simples, profundas e irrevocables: nuestro tiempo en la tierra no es infinito, no estamos solos y para querer a los demás hay que empezar queriéndose a uno mismo.