La Gran Depresión de los años treinta obligó a mucha gente a tomar medidas desesperadas para sobrevivir. Los concursos de resistencia de baile, que florecieronen aquella época, parecÃan una manera fácil de ganar dinero extra, uno sólo tenÃa que bailar hasta caer rendido. Pero, en ocasiones, la competencia entre los participantes y la violencia del baile llegaban a extremos insospechados. En ¿Acaso no matan a los caballos? Asistimos, hora tras hora, al escalofriante espectáculo que dan dos de los bailarines.