Las novelas de Unamuno son, probablemente, la parte más original de su producción literaria. En ellas, las intuiciones se hacen carne y sangre de personajes concretos, angustiados, en buena medida autobiográficos. Por eso, siguen suscitando hoy el fervor de un público muy amplio. Faltaba, quizá, un libro de conjunto que las estudiara adecuadamente como creaciones estéticas, no sólo filosóficas. Eso es lo que nos ofrece Robert L. Nicholas, aclarando definitivamente la conexión que existe, en ellas, entre narrador y personaje, entre técnica narrativa y visión existencial. Gracias a su estudio, claro y ordenado, podemos entender mejor cómo don Miguel se anticipó, por una vía absolutamente personal, a muchos logros de la novela contemporánea.