Hija de Fernando VII, el acceso al trono de Isabel II (1830-1904) despertó las esperanzas de los progresistas, que habÃan sido sistemáticamente reprimidos. Su reinado, iniciado por una serie de convulsas regencias, vio al inicio de las Guerras Carlistas, que iban a desangrar el paÃs durante décadas. Los avatares de su vida privada contribuyeron al descrédito de la monarquÃa, en una situación de debilidad estructural y permanente inestabilidad que impidieron a España entrar plenamente en la Era Industrial.