Fernando Martínez Laínez afirma con contundencia que el llamado Camino Español fue la maniobra logística más importante de la Edad Media. Se trataba de un camino de ida y vuelta, que atravesaba gran parte de Europa. En aquel tiempo, los enemigos del poder militar español fueron el espacio o la distancia a sus posesiones europeas o de ultramar y la escasez de hombres. La ruta marítima hacia los Países Bajos era muy peligrosa por la acción de los corsarios hugonotes franceses y holandeses, y la hostilidad británica, sobre todo desde 1558, año de la pérdida de Calais y la subida al trono de Isabel I, sin contar también con los terribles temporales de esta zona. España mantuvo una larga guerra a lo largo de ochenta años contra los Países Bajos, que acabó agotando todos sus recursos. El primero que utilizó el Camino Español fue el duque de Alba en 1566, cuando acudió a Flandes con su ejército para reprimir a los rebeldes flamencos, aunque la idea había surgido unos años antes de Antonio Granvela, Consejero del rey Felipe II, con el fin de que el mismo rey pudiera hacerse cargo de aquella situación, viajando de España, vía Génova, hasta Flandes, pero aquella visita nunca se produjo.
