Truculenta, irrisoria, la historia de Pichula Cuéllar se puede leer como un cómic story tanto por el trazo rápido de sus escenas como por su también irrisorio y satírico uso de escenarios que son tópicos comunes de la adolescencia. Esos escenarios típicos aquí sugieren la caricatura, el pastiche. A la apócrifa selva de La casa verde corresponde aquí una Lima de vodevil. Para tomar en serio este texto hay que empezar no tomándolo en serio.