En su lecho de muerte, el cosmógrafo alemán Martin Behaim revela al navegante portugués Fernão de Magalhães un secreto, un paso entre los océanos Atlántico y Pacífico que permitiría llegar a las Islas de las Especias, navegando siempre hacia Poniente. Magallanes se presenta ante el Rey de Portugal ofreciéndole llevar a cabo la expedición, pero es rechazado. Cruza a España, donde es recibido por el rey-emperador Carlos, quien le presta su apoyo y financiación, emprendiendo el marino la navegación que con todo lujo de detalles narra el cronista oficial de la expedición: Antonio de Pigafetta.