Alonso Cortés, un joven extremeño, es alistado a los 18 años con destino a la isla de Cuba en 1995. Su relación amorosa con la hija de su tutor hace que éste se vengue violentamente de él y no pague la cuota que le libraría del servicio de armas en Ultramar, por lo que llega a Cuba y, tres años después, continúa en activo cuando se produce la interesada invasión estadounidense. Una misión especial que empieza como de trámite hace que Alonso se vea inmerso en la batalla de Las Guásimas y en la defensa de El Caney. La Habanera final va narrando dichos combates así como los sucedidos en las Lomas de San Juan, y el desastre naval, poniendo de relieve el sentir de los soldados españoles durante los enfrentamientos y en los días que siguieron a la rendición de Santiago. Es reflejo de lo sucedido y una loa a los hombres que intervinieron directamente en el intento de frenar a las tropas norteamericanas, al heroísmo de aquellos pocos (apenas combatieron 2.600 españoles de los 135.000 qu e se encontraban en el Ejercito Español de Cuba) y la desidia de otros muchos. Quiere ser la habanera final, el último canto de tristeza que un soldado lanzó desde la cubierta de un buque de repatriación durante su regreso a España, enfermo, tras la derro.