El lector que se embarque mas allá de las columnas de Melqart (estrecho de Gibraltar) en compañía del intrépido Hannon, del particular espartano Aristodermo, del astuto timonel Sebub o de la seductora Ishtar podrá navegar con los jinetes del mar y descubrir el scereto de Cartago en el corazón de África. Es posible que si consigue regresar, vuelva más sabio y más maduro porque su pequeño mundo se ha hecho más grande, y en su corazón sabrá que alguna vez dejará de navegar por este mar para embarcarse en la secreta travesía del océano Celeste