Es un canto a la vida, al amor sincero, al placer de la amistad, a la sabiduría en todos sus matices. La vida presente no podríamos explicárnosla, sin contar con ese puñado de mujeres que han empujado la historia, y que aparecen en las páginas de este libro (Las médicas de Salerno, Hellen Keller, Simone de Beavoir...). A las más sabias y a las más sencillas nuestra admiración, respeto y cariño. A todas ellas les caracterizó la “lucidez”, esa que produce dolor y placer y que las llevó a conocer el trasfondo de las cosas, las palabras y las personas y, sobre todo, a preguntarse qué hay detrás de las apariencias. Todas aprendieron a mirarse en el espejo de la vida, ese que nos muestra lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos. Ellas fueron sabias y se hicieron amigas de los espejos,...