“Para materializar el asilo que México había ofrecido a los republicanos, el camino natural era, desde luego, la vía marítima, aun en su obviedad por la época en que se verificaron los hechos; esto tuvo importantes consecuencias. La convivencia de todos aquellos que veían alejarse su patria de nacimiento mientras se aproximaban a la que sería en adelante su patria de adopción, significó que mucha poesía fuera escrita a bordo de barcos como el Sinaia, el Mexique y el Ipanema, que incluso muchas de las revistas literarias tuvieran sus primeros esbozos a bordo para luego consolidarse y quedarse en el ámbito literario de México por generaciones; que se abriera muy pronto el diálogo entre la España republicana y el México revolucionario, un diálogo que se prolongaría desde entonces hasta nuestros días.” (Presentación)