Hacer más humana la economía pasa por que ésta se ponga al servicio de las necesidades de la Humanidad. Las propuestas que se realizan en este libro empujan en esa dirección: en relación con la miseria en la que vive gran parte de la Humanidad, se propone la renta básica de ciudadanía; en relación con el problema que los bienes superfluos plantean a la posibilidad de realización de la vocación de la persona, se propone el salario máximo; y en relación a la universalización de una economía más humana se propone el decrecimiento económico.