Michael Turner es un joven abogado huérfano, que después de luchar contra los demonios que lo acechaban, ha conseguido alcanzar su sueño de la infancia: un hogar en el que sentirse querido. Michael está dando los primeros y prometedores pasos en su carrera como abogado y Rebecca, su novia, y él están ahorrando para comprar una casa donde trasladarse antes de su cercana boda. Mientras, viven de alquiler. Una amiga les recomienda un piso que quedará libre temporalmente y que está situado en uno de los barrios caros de la ciudad. Su propietario, Max Somerton, resulta ser un más que excelente anfitrión; tiene una gran capacidad para escuchar y resulta muy fácil contarle más cosas de las que realmente se pretende. Además, Max se crió en el mismo orfanato que Michael y la amistad entre los dos se desarrolla rápidamente ya que Max resulta ser la figura paterna que Michael siempre ha echado en falta. Pero los sueños tienen un precio y Michael ha dejado entrar a alguien peligroso en su nido, quien no tardará en mostrar su verdadera cara.
