En La casa más fea del mundo , que incluye dos relatos seleccionados entre los mejores relatos de Estados Unidos, y con el que ganó el prestigioso premio John Llewellyn Rhys , se anuncia el descubrimiento de un gran talento, «un escritor al que observar con auténtico placer» ( Gish Jen ). El uso de la paradoja, el humor y el cinismo se dan la mano y recorren un volumen de historias construidas con una imaginación desbordante, y una prosa sutil, clara y concisa.