Contiene ilustraciones Tras los pasos dados para la constitución del reino de Castilla y León, en el siglo XI todavía no existe una estructura política definida. Se ultimará tras contradictorias decisiones que permitirán la cesión de territorios a los yernos del rey en propiedad hereditaria, como fueron los casos de Galicia, cedidos a Urraca y Raimundo de Borgoña, o el condado de Portugal, que recayó en Teresa y Enrique, luego constituido en reino independiente.