El Alentejo es la región portuguesa con más índice de suicidios del país. A través de una serie de episodios y personajes, el narrador nos lleva a conocer lo que la novela y la vida del lugar encierra. Sus recursos –cartas, noticias de periódicos locales, fragmentos de poemas, atestados judiciales, etc.– contribuyen a estructurar un eje narrativo basado en el humor y el horror, elementos que el autor maneja con auténtica maestría.