En la época en que se publican La Filomena y La Circe , 1621 y 1624, respectivamente, Lope sigue escribiendo comedias. Ambas incluyen un buen número de epístolas de diverso contenido autobiográfico sobre sus hijos, sobre personalidades del momento o sobre su mala fortuna. La Filomena cumple todos los requisitos del libro barroco: híbrido y ecléctico en la variedad de formas métricas y el cruce de géneros. La primera parte narra la trágica historia de este personaje, según el conocido relato ovidiano, que en su día inspiró a Guillén de Castro, Rojas Zorrilla y Timoneda , quienes llevaron a las tablas esta fábula, pero Lope confiere plasticidad, viveza y sensualidad al relato. Con estas obras ensaya dos géneros que irrumpen con fuerza en el panorama literario de su época: la novela y la fábula mitológica y trata de dar réplica a sus máximos creadores y perpetuos rivales, Cervantes y Góngora . En La Circe se percibe la influencia del Polifemo y las Soledades de Góngora, ya que se trata de un texto en continua metamorfosis.