Última figura del siglo de Oro Español, Calderón es un dramaturgo polifacético que ofrece, tanto al espectador de su época como al actual, múltiples posibilidades de diversión y de espectáculo, pero también de autoconocimiento y de una compleja e intrincada percepción del mundo, creando un universo lleno de posibilidades, que va desde la seriedad y la solemnidad de sus dramas y autos a la risa más desenfadad de comedias y entremeses.