Ciertamente, el término horror genético forma parte de pocos, o acaso ningún glosario. Sin embargo, para el caso de Miguel Ángel Martín y su Brian the Brain, bien podría utilizarse para describir el atroz panorama en que se desenvuelve la trama de este peculiar título. Entre el gore y el drama (extremos de coincidencia prácticamente inédita), esta obra nos sumerge en cada página en un mundo frío y solo, o bien, en la fría soledad de Brian, niño con una notable malformación genética, que si bien cuenta con poderes telepáticos y telekinéticos, se ve obligado a convivir con la discriminación y el rechazo. Definitivamente, una historia sin concesiones, y que utiliza la ficción como vehículo para acercarnos a las atrocidades de la tan celebrada mente científica. . Brian the Brain es un lugar entre el asombro, el asco y la compasión. Tal y como el retorcido regocijo clínico de Tod Browning en Freaks, o como la escalofriante belleza de la fotografía de Joel-Peter Witkin, el arte de Miguel Ángel Martín nos lleva por los caminos más tortuosos de la estética y la moral, aquellos que hasta nosotros mismos negamos amar. Tapémosle los ojos al corazón por un momento, y entreguémonos de lleno al macabro divertimento de Martín en ésta, su obra más reconocida.
