Lo que sólo el tiempo sabe, dibuja dos historias paralelas. La primera de ellas nos presenta a una mujer comprometida con los ideales liberales e ilustrados a caballo de los siglos XVIII y XIX, que vive en un Madrid convulso gobernado por un rey, Carlos IV, dominado por su mujer y sus validos, especialmente Godoy. Un Madrid por el que circulan personajes como Goya, La Duquesa de Alba, Moratín o Jovellanos. La segunda, es la peripecia vital de un hombre del siglo XXI empeñado en narrar en su primera novela los años previos a los sucesos del 2 de Mayo de 1.808 que desembocaron en la Guerra de la Independencia. Un momento en el que se estaba decidiendo buena parte de la Historia posterior de España. Y lo hace a través de la vida de una mujer de esa época, rodeada de los personajes de entonces y la relación de Goya con la de Alba, como fondo. Esta peculiar novela, es una digresión sobre el tiempo, sus normas y las formas de saltárselas. Y lo hace desde diferentes puntos de vista, desde el puramente científico al paranormal, entre otros? y también es una delicada historia de amor tan imposible que acaba resultando absolutamente creíble. ¿Se puede enamorar un novelista de la heroína de su novela? ¿Puede ser correspondido por ella? ¿Es posible viajar en el tiempo sin saberlo y creer que lo que vimos allí es fruto de nuestra imaginación y no copia de la realidad? ¿Quién es la mujer que, desde el año 1.800, se comunica con el novelista protagonista de la novela? ¿Qué relación tiene con Goya, con la Duquesa de Alba, con Godoy...?