Paso a dos, ballet mínimo, geometría escueta y blanda de infinitas combinaciones. Dos miradas, dos cuerpos volcados el uno en el otro, rodeándose, tocándose, buscándose, descubriéndose. El autor desarrolla en estas páginas íntimas un poema sin final, abierto, un poema pequeñito de sólo dos versos: tú y yo. El poema más hermoso posible.