Hoy es el día en el que por fin don Rufino Velacastañas va a poder comprobar que todos sus esfuerzos por llegar a ser un notario de postín han valido la pena. Hijo de notario ilustre, don Rufino no tardará en darse cuenta de que la naturaleza humana esconde muchos aspectos tragicómicos que dificultan la felicidad diaria. En Dos horas con el señor notario , narrada en una técnica denominada por su autor como , seremos testigos de situaciones absurdas, hilarantes e irreales producidas por la ambición, la ineptitud y la perversión de sus personajes, reunidos en torno a una herencia con muchas sorpresas. La fascinación del autor por la doble moral, el clasismo y la ética personal de cada uno, se muestra en esta su primera obra publicada, a modo de sátira y parodía.