Después de la muerte de su madre y la reciente ruptura de su relación sentimental, Jennifer Stempler de 23 años, hija de un rico productor de Hollywood, cae en una grave depresión e intenta suicidarse. Su abuela Gabby Zuckerman viaja a Los Ángeles para reencontrarse con su nieta, e intentar que recobre las ganas de vivir. Gabby lleva a su nieta a Nueva York, donde al principio la convivencia y su recuperación parecen imposibles. Su estancia en casa de su abuela y un viaje a Maine, hacen que Jennifer descubra poco a poco las pequeñas cosas que hacen que la vida tenga sentido. Su abuela le cuenta la historia de su infancia, su vida en la Polonia ocupada por el régimen nazi. Durante dos años y medio se ocultó en el ático de una casa, perdió a toda su familia, pero ella logró escapar del tren de la muerte. Finalmente, gracias al viaje a Maine, y al reencuentro con su abuela, Jennifer consigue recobrarse. Pero el estado de salud de Gabby, ex- fumadora empedernida afectada por un enfisema pulmonar desde hacía tiempo empeora, y los médicos le dan pocas esperanzas de vida. Jennifer aprovecha los últimos días con su abuela para recoger sus memorias y darse cuenta de que las personas, a pesar de que mueran, permanecen en el recuerdo. Cuando su abuela está ya muy enferma, Jennifer conoce a un chico que quiere salir con ella, y decide darle una oportunidad. Tras la muerte de su abuela, Jennifer, a pesar de su tristeza, se siente muy fortalecida y preparada para iniciar una nueva etapa en su vida. Una historia cargada de optimismo que enseña a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida.