Las dos creaciones más importantes de José de Cadalso evocan las luces y las sombras de finales del siglo XVIII: el alegado racionalista de las Cartas marruecas, llenas de estupendas viñetas humanas, y la desesperación funesta de las Noches lúgubres; el hombre de bien encarnado por Ben-Beley o Nuño Núñez y el afán sacrÃlego de Tediato; los ideales de la Ilustración y los augurios del Romanticismo.