Sydney es una dibujante y freerunner que no puede quedarse quieta. A veces siente que su vida se tambalea porque nunca ha aceptado la muerte de su madre cuando ella tenía diez años. Cuando regresa sola a St. Ives, el pueblo de su infancia, para enfrentarse a su culpa y su dolor, el viaje resulta más raro de lo esperado, no solo para ella sino también para su familia y algunos de los habitantes de St. Ives. Ambientada en la Inglaterra de las pequeñas ciudades, No dar de comer al oso es un libro sobre personas que ponen empeño en encontrarse a sí mismas. También trata de la necesidad de cuidarnos unos a otros, sobre todo a las personas en las que confías y a quienes conoces. Una afirmación sobre la vida y el amor y sobre cómo a menudo uno reencuentra los recuerdos que quiere olvidar.