San Agustín, obispo de Hipona (345-430), refleja en su vida y en su obra el cambio del Mundo Antiguo a lacosmovisión cristiana. Tras su conversión al cristianismo, admirablemente descrita en sus Confesiones, fue unincansable buscador de la verdad. Amar, pensar y vivir suponían para él los tres vértices del triángulo de laexistencia. San Agustín fue el abanderado de la empatía previa al conocimiento intelectual. Como maestro de vida ysabiduría aconsejó el desapego del bullicioso mundo, con sus fastos, honores y ambiciones como la vía idónea parallegar a ser personas completas. Y el amor universal como la mejor solución de conflictos y la más excelsa de lasprácticas.