Un simple papel de 12 centímetros que expulsó un cajero automático destapó el caso de corrupción más importante que perturbó la última etapa del gobierno de Jordi Pujol en la Generalitat de Cataluña. La negra mancha de CiU relata el llamado caso Trabajo, protagonizado por el socio pequeño de la federación nacionalista (Unió Democrática). Un caso que empezó en una cena tras las elecciones de 1993: en ella se planteó un fraude de dimensiones incalculables a la Unión Europea y a uno de los sectores sociales más desfavorecidos, los parados. Cinco años después dos chicos descubren que una empresa les ha falsificado su firma con objeto de percibir unas subvenciones que no le correspondían. Dos periodistas de dos medios locales de Girona (Diarí de Girona y Onda Rambla) se meten de lleno en el asunto sin saber que ésta era sólo la punta del iceberg de lo que el propio Jordi Pujol bautizaría como una mancha en el expediente inmaculado de la Generalitat, Los testigos protegidos, las fuentes anónimas, los jueces, los fiscales y unos documentos que nadie pensó que saldrían a la luz han dado forma al pecado del socio democristiano de CiU.
