Este libro es por tanto para padres y para hijos, para leerlo y releerlo, según las edades y circunstancias del hogar de cada uno. Con todo lo ardua que la tarea entre manos nos pueda parecer, hay motivo para afrontarla con optimismo. Para ello nada mejor que proceder con un conocimiento de la realidad en profundidad, que va más allá de lo aparente y del corto plazo; de un conocimiento de lo auténtico y de la sed de lo auténtico que hay en el ser humano a pesar de que las apariencias hablen otro lenguaje.