Son exiliados, son españoles, y corre el año 1968, Francia se agita y España vive sumida en una dictadura. Armand Gatti, muy cercano a la emigración española en Toulouse, accede a su petición de crear una obra teatral para recaudar fondos de ayuda a la resistencia de los mineros asturianos en huelga. La obra resulta tan polémica que desencadena un conflicto diplomático entre ambos gobiernos, llegando a ser censurada y prohibida su representación en Francia, poco antes de su estreno. Es una historia de grupos sociales, de seres humanos, que padecen las consecuencias de una guerra fraticida a la que examinan desde el interior y desde el exterior, y en la que el espacio y el tiempo saltan por los aires. Pues, es este teatro un comprometido que no renuncia a valerse de un lenguaje dramático de vanguardia y que logró renovar la escena de su época.