Gran formato con ilustraciones. La Voyenno-Morskoy Flot logró desarrollar, en una nación prácticamente sin marina, la mayor flota de submarinos balísticos que la humanidad jamás haya visto, y que probablemente no vuelva a ver. Y nunca tuvieron que llevar a cabo el terrible cometido para el que habían sido diseñados, la exterminación de la humanidad. Aunque tal vez la presencia de esta clase de submarinos en ambos bandos, sirvió precisamente para evitar que el otro los usara, temiendo siempre su posible represalia. Tal vez los SSBN de la OTAN y el Pacto de Varsovia fueran los escudos del miedo que mantuvieron la guerra nuclear alejada, durante la segunda mitad del siglo XX.