Esta obra estudia el proceso de instauración, consolidación y crisis del Estado libreal español, en los últimos doscientos años. Analiza, por un lado, el fracaso del liberalismo como proyecto de vertebración nacional, vinculado fundamentalmente a la debilidad del Estado y la incapacidad para aliviar las tensiones sociales internas y, por otro, el cuestionamiento sistemático de los valores políticos liberales, tanto por las tradiciones de lo que coloquialmente denominaríamos la derecha, como por los sectores, más o menos revolucionarios, de la izquierda.