Este libro singular, contiene soluciones concretas para ayudar a afrontar la pérdida de un ser querido, comprende y aborda las emociones producidas por el dolor y demuestra que la muerte de un ser querido no tiene por qué provocar una situación discapacitadora. La filosofía aconsejada ha sido de indicarles la necesidad de seguir adelante cortando los lazos con la persona fallecida y reconocer el dolor asociado con la pérdida, pero no el crecimiento derivado. A partir de su experiencia y su colaboración con destacados pioneros de la terapia de la pena, no ofrece respuestas de consuelo fácil, sino soluciones capaces de transformar dolor y pena en motivación práctica. Incluye consejos de cómo conservar nuestros recuerdos, crear historias familiares duraderas y conectarse con los demás. Muestra cómo la experiencia del dolor ayuda a curarnos, aprender y madurar. Conduce a los lectores por un recorrido que motivará, inspirará y transformará sus vidas.