El crecimiento de las redes locales a mediados de los años ochenta hizo que cambiase nuestra forma de comunicarnos con los ordenadores y la forma en que los ordenadores se comunicaban entre sí. La importancia de las LAN (acrónimo de Local Area Network) reside en que en un principio se puede conectar un número pequeño de ordenadores que puede ser ampliado a medida que crecen las necesidades. Las redes locales son una de las soluciones a las limitaciones que representan los entornos autónomos y centralizados. Permiten utilizar los ordenadores de forma autónoma, compartir todos los recursos de la red y, lo más importante, los datos. Este libro proporciona una referencia fácil de comprender y manejar para los que entran por primera vez en contacto con este tema. Si ya está utilizando una red local, pero su empresa esté considerando una solución de cableado estructurado o cualquier otra alternativa, encontrará toda la información necesaria para llevar a cabo la implantación de la misma. Se incluye un glosario con explicaciones de los términos utilizados.