La anatomía clásica se nos queda corta, pues ignora muchos conocimientos de gran interés, como los canales de acupuntura o los puntos de la reflejoterapia. Esta obra intenta completar ese cuadro y presenta otras visiones, aunque a menudo más ligadas al espíritu o al esoterismo en sí mismo: las ruedas de luz del chamanismo de América Central ocupan 22 páginas; los mitos de la cosmología dogon unas 10; el Árbol de la Vida de la Kábala y sus sefirot o esferas de energía casi 30 (lo mismo que la acupuntura); los chakras del yoga una veintena... Cualquiera de esos capítulos es más extenso que las terapias reflejas en su conjunto (14 páginas), mientras que las grandes técnicas corporales (osteopatía. quiropráctica) merecen sólo fugaces resúmenes. El resultado es un atlas que muestra el cuerpo más como un complejo luminoso que físico, en el que encarnarse a fin de descubrir el misterio de la conciencia.