El oso ha sido siempre símbolo de calma y fuerza. En esta fábula de Lothar Seiwert, los osos se convierten en los maestros que ayudan a los animales del bosque a hacerse con las riendas de su tiempo y de sus vidas. Los problemas de estos animales son muy parecidos a los de los seres humanos: demasiado trabajo y muy poco tiempo para las cosas buenas de la vida. El tiempo se ha convertido en un bien muy preciado. Con su calma y serenidad, con su fuerza y perseverancia, los osos transmiten a los animales una estrategia para superar los apremios del tiempo. Sus consejos constituyen una ayuda útil para organizarse en la vida cotidiana y en los problemas urgentes, para que siempre nos quede tiempo para disfrutar de la vida.