Bosque es una pequeña localidad cercana a Buenos Aires. Hasta allí llegan cuatro hombres desesperados (Cucurucho, Ramiro, Dante y Jorge) que negocian poco con la vida y ya no esperan nada del futuro salvo lo que puedan arrebatarle. Han decidido asaltar el banco de esta población que se muestra tranquila y somnolienta bajo el calor del verano. Su plan se cumple con precisión, pero, inesperadamente, algo sale mal y los cuatro hombres deben emprender una huida precipitada. La atmósfera de Bosque, hasta entonces tranquila y silenciosa, se transforma en una colectiva reacción de defensa de inusitada ferocidad y salvajismo. Las ambiciones, miserias y relaciones ocultas de sus habitantes se van manifestando a medida que se desarrolla la implacable persecución de los asaltantes por todo el pueblo. Con una narración rápida y electrizante, Dal Masetto construye un thriller feroz y cortante, en el que el verdadero protagonista es Bosque, el pueblo que se convierte en el símbolo de la violencia larvada que estalla en cuanto encuentra un detonante que la justifique. Siempre es difícil volver a casa se desarrolla como una ácida parábola sobre el bien y el mal en nuestra época a través del retrato de una comunidad dominada por la hipocresía social y la farsa, que es capaz de asimilar y ser cómplice de los delitos más sangrientos.