Pocas figuras como Thomas Mann nos permiten recorrer el siglo XX con todas sus complejas aventuras estéticas, filosóficas y políticas. La prohibición del amor analiza a partir de este autor la construcción de tres conceptos claves del pensamiento actual: sujeto, cultura y forma artística, y a su vez, su obra suscita el diálogo con destacados representantes de la sociología clásica.