En el año 2003 Castilla y León conmemora sus primeras dos décadas como Comunidad Autónoma. Esta obra responde al propósito de contribuir, en la medida de lo posible, a desentrañar e interpretar qué ha sucedido, de qué manera y con qué resultados durante este período crucial de su historia contemporánea. Se trata de plasmar el proceso de construcción de un marco de convivencia identificado con una sociedad y con un territorio, cuyas relaciones han evolucionado al compás de los decisivos cambios que paralelamente han tenido lugar en la vida española sin perder tampoco la dimensión que los enlaza con el espacio europeo, una vez hecha realidad la integración en las estructuras y comportamientos comunitarios. Una reflexión necesaria e interesante para el lector, en la medida en que las conclusiones recogidas constituyen el fundamento de profundizar en el conocimiento de los problemas y potencialidades característicos de la Región castellana y leonesa para, a través de ellos, valorar el alcance de las perspectivas abiertas hacia el futuro, dependientes ante todo del descubrimiento de su entidad como espacio de desarrollo.