La obra de Darwin dominó el panorama intelectual de toda una época y sentó las bases de una duradera revolución en las ciencias biológicas. La evolución, esto es, el proceso por el que unas especies vivas surgen de otras mediante cambios biológicos a lo largo de las eras, es un hecho aceptado hoy sin reservas por todos los científicos de juciio independiente tanto como por el ciudadano corriente. La furibunda resistencia teológica hallada en sus inicios ha sido olvidada por casi todos y relegada como una lamentable curiosidad a los libros de historia. Pero el triunfo de la concepción evolucionista no debe ocultar que muchos de sus enemigos jamás se dieron por vencidos. El propósito de esta obra es, justamente, rebatir los argumentos falaces y engañosos del creacionismo, mostrando las falsedades, defectos lógicos y tergiversaciones de todo tipo que se acumulan en el dircurso de quienes se fundamentan en él.